jueves, 21 de agosto de 2008

Round Comfort

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Estas galletas son las típicas cookies americanas, las chocolate chip cookies. La receta la encontré en internet ¡cómo no! pero desgraciadamente no he vuelto a encontrar la página. Sale de un recorte de revista que tenía guardado la abuela de la escritora. La belleza de esta receta no es sólo que están deliciosas, es su redacción; se demuestra que hasta con recetas se puede hacer literatura... Como no he encontrado el enlace a la página voy a traducir el texto, aunque una cosa es entender y hablar una lengua y otra muy distinta traducirla correctamente. No en vano hay una carrera universitaria que trata de eso.

Circula por ahí un artículo creo que del New York Times, en el que se asegura que hay que dejar reposar la masa en la nevera por lo menos treinta y seis horas. Yo suelo dejarla de un día para otro más bien por falta de tiempo . Esta receta es más radical y manda congelar la masa y cocerla luego directamente en el horno, sin descongelar... a mí me ha convencido ¡ sólo les falta ser pecado!


Por último, he usado dos tipos de chocolate, con 52% de cacao y 70%. Personalmente prefiero el chocolate de 52% para cocinar, me parece más untuoso y se derrite mejor en la boca. El de 70% me gusta para tomarme una onza a veces después de comer. Como no me llegaba lo que tenía en casa, pues mezclé. Además les he añadido un puñadito de nueces. Me gusta el contraste del chocolate medio derretido y dulce con la "dureza" y sabor de las nueces. Por último, no dispongo de gotitas de chocolate, así que pico el chocolate en trocitos, lo más uniforme posible.

Round Comfort (consuelo redondo)

La chocolate chip cookie es el deber y honor de todo chef americano. Existen muchas variaciones, las cuales resultan brevemente divertidas, rápidamente tediosas. Quédese con un enfoque racionalizado, muy achocolatado. Guarde esta receta en la memoria; le servirá como un sólido compañero en las decepciones, grandes y pequeñas.

Derrita una taza de mantequilla (200 gr). Otras recetas esperan que aguardemos tamborileando nerviosamente los dedos en la encimera mientras la mantequilla alcanza la temperatura ambiente. Ni se moleste. Derretir la mantequilla a fuego lento es una blasfemia, pero es mejor. Retire del fuego. Añada una taza y media de azúcar moreno (340 gr. aprox). El hábito común requiere una mezcla de azúcar blanco y moreno. El hábito común produce cookies rígidas. Azúcar moreno inalterado hace las cookies más dúctiles y receptivas.

Casque y añada dos huevos grandes. Remueva vigorosamente, para evitar que la masa no se junte. Añada dos tazas y 2 cucharadas soperas de harina (270 gr aprox), una cucharadarita de sal y otra de bicarbonato sódico. Luego, incorpore una cucharadita de vainilla (dos si necesita ánimos) y al menos 12 onzas de gotitas de chocolate (340 gr). No dude en picar el chocolate, pero tenga en cuenta que terminará con grandes pedazos y pequeños fragmentos, no inequívocas gotas.

Ahora deje la masa enfriarse en la nevera. Esto requiere disciplina. Haga bolitas con la masa refrigerada, más o menos de 2,5 cm de diámetros y secuéstrelas en una bolsa hermética en el congelador. En tiempos de preocupación, extraiga el número requerido, no más. Colóquelas en una bandeja sin engrasar y deslícelas en el horno precalentado a 325 ºF (160ºC). Esto sorprenderá las bolas de masa congelada, no dándoles tiempo para expandirse y volverse crujientes. En 9 ó 10 minutos se consolidarán en corpulento y comestible consuelo.

¡Ah! ¡Qué cómo estoy de las agujetas? Mejorando, gracias.

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