El domingo hizo un día precioso y lo pasamos en el Centro. Desde allí se ofrece una visión de la ciudad casi al completo.Fue uno de esos días raros aquí, completamente claros, casi se podían tocar las montañas... el cielo estaba de un azul intenso con alguna pincelada de nube de vez en cuando, qué cursi me estoy poniendo...
En definitiva, allí estábamos, en la terraza disfrutando de este día excepcional. El aire era fresco, el ambiente ya de otoño, con ese sol que pica y quema pero a la sombra ya hace falta una chaqueta más bien gruesa.
En esta foto se ve claramente el parque San Francisco, el parque de la Rodriga y la Jirafa, el edificio más alto de la ciudad, al menos cuando lo construyeron. Antes era un hotel, ahora son pisos. También se ve la calle Uría, vamos el Centro con mayúsculas y al rededor, por todos lados, las montañas, una pared detrás de otra. Al ojo también se veían los Picos de Europa, pero mi cámara no es tan buena...
Aquí vemos el palacio Calatrava. Ha suscitado muchas discusiones apasionadas, o te gusta o lo odias pero nadie ha permanecido indiferente. Yo opino que simplemente no cabe, no hay perspectiva y es una pena porque bonito sí que es. Es tan grande que dentro cabe de todo: un centro comercial, un hotel, algunas consejerías, oficinas...Para mí Oviedo es una minípolis: tienes música, ópera, teatro, cine, tiendas, restaurantes, bares, universidad... y todo a tiro de piedra. Además una parte importante de la ciudad es peatonal o semipeatonal. Un lujo.
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