miércoles, 5 de noviembre de 2008

Nuestro bizcocho favorito

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Imprime esta entrada Tenemos algo que celebrar: después de varios ruegos a diferentes profesionales, un fontanero se ha dignado visitar nuestra humilde morada y ha procedido a arreglar el cuarto de baño que tenemos inoperativo desde hace tiempo. ¡Aleluya! Se lo tengo que agradecer a nuestra profe de piano, P. Gracias, P., no sé si seremos capaz de pagártelo alguna vez...

Es asombroso lo difícil que resulta que un manitas te venga a casa. Si se te estropea un enchufe, se rompe la persiana o la cisterna deja de funcionar (todas experiencias ya vividas por mí) estás perdido...Es tan difícil conseguir que te lo arreglen como encontrar un buen dentista, con recomendación o nada. No sé a qué se debe exactamente, si es el exceso de demanda o el defecto de formados, pero es un hecho: electricistas, fontaneros, persianeros, parecen especies en peligro de extinción.

Para celebrarlo, he hecho el bizcocho favorito de la familia. No me prodigo mucho con esta receta porque tan sólo necesitan dos días para cepillarlo (tal es el entusiasmo) y porque me gusta variar (aunque los enanos y la mejor mitad son de piñón fijo). Hace unos años mi madre asistía a unas clases de conversación en francés un tanto peculiares, las impartía Madame Cugnac, directora de la Alianza Francesa, mientras cocinaba. Al final de la "lección", había una degustación. Yo asistía cuando estaba de visita, pues de aquella vivía en el extranjero y mi madre me pasaba las recetas. Tengo las recetas compiladas en un libro que he llamado La Cocina de Madame Cugnac y ya iré compartiendo alguna de estas maravillas con el mundo.

Este bizcocho es muy apropiado para el momento ya que uno de sus ingredientes es la avellana, fruto seco típico del otoño. Es muy jugoso para no llevar ningún baño y no empapuza en absoluto, pero cuidado con la dosis, es una bomba...

Bizcocho Cuatro Cuartos de Avellana
De Madame Cugnac

Ingredientes:
  • Huevos (depende del tamaño de bizcocho que se quiera, en este casó tres grandes)
  • Su peso en harina
  • Su peso en mantequilla (temperatura ambiente)
  • Su peso en azúcar
  • Su peso en avellanas tostadas
  • Levadura en polvo (para tres huevos, una cucharadita, aunmentar o disminuir según cantidad de huevos)
  • Una pizca de sal
Método:
  1. Bate la mantequilla con el azúcar hasta hacer una pomada (como para todos los bizcochos).
  2. Añade los huevos, uno a uno hasta que se incorporen.
  3. Mezcla la harina con la sal y la levadura.
  4. Muele las avellanas. También se pueden comprar ya molidas, pero los frutos secos son muy grasos y se tornan rancios rápidamente, por eso es mejor comprarlos enteros y frescos y molerlos en el momento. Para molerlas, añádeles una cucharada de azúcar, esto evita que la grasa apelmace el polvo de avellanas.
  5. Enciende el horno a 180ºC.
  6. Incorpora la harina y el polvo de avellana.
  7. Junta la mezcla de mantequilla con la harina.
  8. Engrasa un molde rectangular, introduce la masa y cuécelo durante al menos una hora (depende del tamaño del bizcocho) . Si se dora demasiado, cubre el bizcocho con papel albal durante su cocción.

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