sábado, 25 de julio de 2009

De indios , cuáqueros y chinos

3 comentarios
Imprime esta entrada Hoy vamos a ver otro lado de Nueva York, del estado no de la ciudad. Se trata del festival de indios, en dos palabras, un Pow Wow.

Hoy hay una competición de danza, música y canto. Primero se presentan todos los participantes. Las categorías son varias: hombres, mujeres, niños, por edades y no sé que más.

Los trajes son espectaculares y escuchando el ritmo me dan ganas de saltar a la palestra y ponerme a bailar también. Hay algo en los tambores y las voces milenarias que resulta hipnotizador.
Al principio salen todos a bailar para presentarse. La variedad es enorme, tanto en trajes como en etnias. Para ser considerado indio tienes que probar que tienes 1/16 de sangre india. Sabiendo esto parece obvio la mezcla tan grande que vemos, pero como no lo sabía antes, me sorprende. Si tienes 1/16 de sangre india en tus venas, entones recibes un carnet y puedes optar a becas o tener un casino, por ejemplo. Aún así a la enana y a mí nos extraño este indio:
También hay una exhibición de indios aztecas. No soy ninguna entendida en esto (ni en nada, si me apuran) pero los bailes me parecen más elaborados, respaldados por una mitología más complicada. Lorena es el nombre de la mujer que nos va explicando el porqué de las danzas y de los trajes, que son, una vez más, espectaculares.
Detrás de estos bailes y trajes hay todo un trabajo de investigación. Son ellos mismos los que los confeccionan y buscan la información. Cada tachuela, cada pluma, cada hueso tiene un significado.

Hace un calor que funde los plomos. Aquí tenemos a la pobre enana totalmente fuera de combate.
Otros están más acostumbrados, como este participante que lleva incluso guantes de lana. Nosotras estamos hechas de otra pasta, así que nos vamos.
Rumbo a Queens, New York.

B. es cuáquera. Hasta ahora mi contacto con esta rama cristiana se reducía a los copos de avena y las gachas que me hacía con ellos. Ahora sé mucho más. Los cuáqueros, rama religiosa fundada por el inglés George Fox al rededor de 1650; no tienen jerarquía ninguna. No hay sacerdotes, ni diáconos, ni nada de nada. Dios está en cada uno de nosotros y cada individuo es capaz de comunicarse con Dios sin necesidad de intermediarios, sólo tienes que parar y escuchar. Por eso se reunen a adorar a Dios en silencio. Esto no lo hacen en iglesias, sino en casas de encuentro. En Flushing Meadows está la casa de encuentro que B. frecuenta. Mira tú por donde, además es la casa más antigua de madera que se conserva de todo Nueva York. La única muestra que queda (las demás se quemaron) de la arquitectura colonial holandesa. Nosotras, privilegiadas, vamos a poder visitarla y tenemos una guía de lujo. Aquí la tenemos intentando que mi dura cabeza comprenda la esencia del cuaquerismo.
La casa de encuentros es una casita de madera con porche, construída en 1694 y ampliada en 1717, por la gran afluencia de cuáqueros. Ahí fuera tenemos una ciudad llena de chinos (esta parte de Queens es como una provincia más de la China), calurosa, ruidosa, rápida. Aquí dentro estamos en el siglo XVII. Es un jardín tranquilo. No llega el calor, no llega el ruído, casi no llega ni la luz a causa de la vegetación.
Entramos en la casa. Se respira la antigüedad. Para los cuáqueros la sencillez es esencial para poder concentrarse en escuchar a Dios. Por eso es una casa sin adornos, con las paredes de paneles de madera desnudos. La sala principal está llena de bancos para sentarse. La luz que inunda la sala contrasta con la oscuridad de la madera. B. me dice que existe una constumbre entre los cuáqueros: cuando se inagura una nueva casa de encuentros las otras mandan uno de sus bancos para ayudar a amueblarla. Muy entrañable. Imagino la habitación llena de personas en silencio escuchando a Dios. Me da por pensar que debe ser muy emocionante, como cuando mucha gente realiza el mismo acto a la vez, sea cantar en la iglesia en navidad o animar a tu equipo de fútbol en el estadio.
Arriba, a la izquierda de la foto, se puede observar el interior de la pared original. Debajo un ejemplo de reciclaje del siglo XVII: el ángulo de madera que soporta a la viga está una pieza de quilla de barco deshechada. Si es que ya está todo inventado.

Otro aspecto muy importante de los cuáqueros, diría que esencial es el pacifismo. No de pacotilla. Si los atacas, se dejan matar. Están exentos del ejército y algunos se niegan a pagar impuestos para financiar tales actividades. Incluso en la guerra del Vietnam estaban exentos de las levas. Más información sobre cuáqueros en España, aquí.

Terminamos el día en un restaurante chino desconocido para mí. De esos en Oviedo no hay. No tengo fotos porque me dio un ataque de vagueza, craso error y para mi desgracia ni siquiera me acuerdo de cómo se llamaba. Lo gracioso es que sólo tenían palillos para comer....¡sopa! Las mesas tenían un agujero por comensal, donde se ponía un cuenco metálico que la camarera llenaba de caldo caliente. Luego te daban una bandeja con verduras (algunas conocidas otras no), setas, fideos de arroz, un huevo y la carne que pidieras. Entonces cada uno podía hacerse la sopa que quisiera. Además había un bufé con diferentes mejunjes donde podías mezclar la salsa que quisiéras. Sospecho que a la enana no le hizo mucha gracia. Estoy realmente sorprendida de lo aventurera que me he vuelto. Lo de comer con palillos no es nada fácil, pero por lo menos no nos quedamos con hambre...

3 comentarios:

Bridget says:
martes, 25 agosto, 2009

Nice pictures of the powwow -- they bring back memories. :-)

(And hey, Queens IS part of New York City. You sound like a Manhattanite. :-P)

About the blond Indian, yeah, I guess it seems odd at first. I have an Oglala Sioux aunt (half Indian) who has three kids (quarter Indian): one dark and two blond. Go figure.

The restaurant was Minni's Shabu Shabu (hot pot). I'll go back and take a couple shots and you can insert them into your blog -- no one will ever know. ;-) If only we had some of your chopstick creativity, too.....

Ana María Hernáez says:
martes, 25 agosto, 2009

Se me ocurren dos comentarios a tan extenso, entretenido e interesante relato.
Una es sobre las danzas y atuendo de los aztecas en el Festival indio; los aztecas fueron un imperio. Habían conquistado el Méjico que decubrió Hernán Cortés para occidente, a todas las demás étnias y tenian una cultura desarrollada;supongo que eso se debe notar.
La otra es sobre la comida china que describes. Casi por casualidad conozco ese tipo de comida: es tipica de Mongolia.
Cuando estuvimos en Pekín la comimos, en un restaurante cerca del hotel; estabamos cansados, todo lo escrito estaba en solamente en chino, asi que nos metimos en el primero que encontramos. El caldo que ponian en los dos calderos empotrados en la mesa,para echar los variados trocitos de comida cruda dentro, variaba entre picante y muy picante. Al cabo de varios trozos hervidos en ellos, podías lanzar una llamarada por la boca
Otra vez anterior había comido una variante de esta "gastronomía" en un restaurante de Aachen (Aquisgran), en Alemania. Aqui el caldo no era casi picante . Había un solo caldero, no empotrado, sino colocado encima de la mesa,pero en esencia lo mismo.

Ana H.H. says:
miércoles, 26 agosto, 2009

I thought I didn't do that bad with the chopsticks! Two visits more to the place and I'd master it!

Supongo que por Asia tendrán comidas parecidas entre los países. ¿Qué fue primero el huevo o la gallina? Como dice un amigo mío: el gallo.