domingo, 28 de febrero de 2010

Curvas

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sábado, 27 de febrero de 2010

Bizcocho de almendras

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El otro día recibí un libro de recetas, bueno un librito. La verdad es que contiene algunas recetas originales. No me he podído resistir a probar este bizcocho. Me pareció diferente. Además de no llevar mantequilla, las almendras están tostadas. Esto le da un aroma... no se puede describir. Es esponjooooooooooooso. Hay que probarlo. Para que podáis hacerlo, os pongo la receta.

Bizcocho de almendras

Ingredientes:
  • 100 gr. maizena
  • 100 gr. almendras tostadas y molidas
  • 150 gr. azúcar
  • 6 huevos, separadas claras de yemas
  • 1 sobre doble de gasificante (puede ser el Tigre, pero como aquí no hay, también lo encontráis en mercadona)
Método:
  1. Engrasa y enharina un molde de 26 cm de diámetro
  2. Mezcla maizena, almendra y gasificante en un cuenco. Reserva.
  3. Enciende el horno a 150ºC.
  4. Bate las claras a punto de nieve muy firme. Incorpora el azúcar sin dejar de batir. Luego las yemas, siempre batiendo.
  5. Añade la mezcla de maizena-almendra, con movimientos envolventes para que las claras no pierdan el aire.
  6. Viérte la mezcla en el molde y cuécelo durante 45 min.
Así está el bizcocho al final de la cocción.

Luego, naturalmente baja. Cuando esté frío o templado, se saca del molde y... se prueba.
¡Ummmmmm!

Creo que también le iría bien un bañito de almíbar, sabor naranja o limón. Ya probaremos.

viernes, 26 de febrero de 2010

Siguiente Blog

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Estaba hoy en el trabajo, de cuerpo presente y alma ausente, tratando de sobrevivir. Estaba para que me cogieran con pinzas. Mi cerebro se sentía comprimido, los ojos se me saltaban de las cuencas, un alfiler se clavaba obstinado en mi hemisferio derecho, las ideas se me evaporaban; ¿quién soy? ¿dónde estoy? ¿qué tengo que hacer? ¿Alguna vez os habéis sentido así? ¿Qué hacer para sobrevivir, pues?: Siguiente blog. Es gracioso dónde puedes acabar. Por ej, Cocinando con Lulita. Seis blogs más allá, acabo en Estados Unidos viendo las fotos de unas amigas que se reunen de vez en cuando. Tomemos fartucasedeyantar. Unos blogs más allá y puedo aprenderlo todo sobre los bonsais y sus podas. Si te metes en Ratoncill@s de blibioteca, podrás acabar aprendiendo logopedia. Es maravilloso. Una no puede evitar preguntarse en qué se basa Blogger para enlazar unos blogs con otros... misterios de la tecnología.

Después de una siesta de una hora larga ¡qué falta me hacía! (una puede parecer estupenda, pero la edad no perdona) salí con la cámara a cuestas, en busca de la primavera.

Los narcisos tulipanes (los narcisos ya están fuera, en el parque los encontraréis) comienzan a despuntar:
Pronto llegarán los tulipanes, luego las begonias...

Sí, cuando el ciruelo japonés comienza a echar flor ya no hay marcha atrás. Esta es el momento de apreciar la primavera. El momento anticipación: dejamos abrigo, bufanda, guantes en el armario, los días se extienden, el sol calienta, el aire es transparente: se pueden tocar las montañas, aún blancas de nieve. Ya tendremos tiempo de aburrirnos de lluvia y frío cuando se empecinen en acompañarnos, allá por abril...
Pobre ciruelo. Si las predicciones de tormenta perfecta se cumplen, el lunes estarás calvo...

jueves, 25 de febrero de 2010

Barritas energéticas I, con fruta desecada

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Los que me conocen saben que mi mejor mitad es muy, muy deportista. Es más, se está preparando para un ironman, el de Niza. Esta prueba consiste en nadar 3,8 km en el mar. A continuación coges la bici y te haces 180 km. Para rematar acabas con una maratón. No en tres días, que ya sería duro, no. Una prueba detrás de la otra, en el mismo día. Durante todas las horas que invierten en hacer el recorrido necesitan comer (y beber, claro). En una prueba así se consumen entre 10.000 y 12.000 calorías.

Esta acción de comer requiere un poco de planificación, me cuenta mi mejor mitad. No puedes esperar a que te entre el hambre. Me dice que tenemos entre 2.500 y 3.00 calorías en el cuerpo disponibles para consumir. Cuando el cuerpo se las ha fundido, necesita sacar las reservas de grasa. Pero nuestro cuerpo sólo puede quemar unas 250-300 calorías por hora. Para trabajar eficientemente tenemos que quemar hidratos y grasa al mismo tiempo. Y el cuerpo, máquina muy buena pero no perfecta, necesita un momentín (largo) para ponerse a ello. Igualito que los créditos en el banco. Por eso hay que combinar el azúcar directo en sangre con carbohidratos de larga duración, o sea, los que van liberando azúcar en la sangre poco a poco. Vamos que hay que sacar la calculadora, ya me está doliendo el tarro...Que ¿qué pasa si no lo haces así? La temida pájara.

Todo esto son las teorías o sistemas de mi mejor mitad. J., nuestro entrenador de natación, prefiere los hojaldritos de Martínez. Vamos, que cada maestro tiene su librillo.

En el mercado hay diversos productos: geles energéticos, barritas y yo qué sé qué más. La verdad, los geles tienen un aspecto perverso, son azules. El otro día mi héroe, conocido por mi mejor mitad, me dijo que había visto un par de recetas de barritas en la red, que si le podía hacer alguna para probar. ¡Ummmm! Un nuevo proyecto. Un reto. Algo nuevo. ¡Perfecto! Además todas las calorías que contienen estas barritas son sanas. No tienen azúcar, sino miel. Se componen de muchos frutos secos y nada de mantequilla. Colesterol=0, triglicéridos=0, grasas saturadas=0.

Después de una breve investigación, he seleccionado unas cuantas recetas. Esta es la primera. La recomienda la nutricionista del equipo ciclista de T-Mobile, la dr. Mareike Grosshauser (y adaptada por una servidora).

Barritas T-Mobile
12 barritas

Ingredientes:
  • 20 gr. aceite girasol
  • 120 gr. miel
  • zumo de una naranja pequeña
  • 150 gr. avena en copos
  • 50 gr. nueces, troceadas
  • 50 gr. uvas pasas
  • 50 gr. albaricoques secos, troceados
  • 50 gr. plátanos secos, troceados (los encuentras en carrefour)
Método:
  1. Pica los frutos secos.
  2. Pon en una cazuela el aceite, la miel, los copos de avena y las nueces a fuego lento, revolviendo hasta que se caliente.
  3. Añade el zumo de naranja y uvas, albaricoques y plátanos secos. Retira del fuego.
  4. Forra un molde rectangular bajo con papel de hornear. Si es de silicona no hace falta.
  5. Extiende la masa en el molde. Para hacer esto y conseguir alisarla, es bueno mojar una cuchara y aplastar la mezcla con ella. Así no se pegará.
  6. Hornéalo a 130º C (horno de aire caliente, 150º horno convencional) durante unos 13 min.
  7. Deja que repose en el molde hasta que esté templado. Hay que cortar las barritas cuando la masa esté aún caliente. Luego es un ladrillo.
Esta receta queda un poco suelta. ¿A alguien se le ocurre algo para ligar la masa un poco más? Tal vez un poco más de miel.

El resultado son una barritas crujientes. Las probamos el enano nº2, la mejor mitad y yo. Nos gustaron. El enano nº3 se negó a probarlas, porque llevan uvas pasas...paciencia.

El sabor es suave, recuerda bastante al müsli, aunque no es tan seco. A ver qué me cuenta la mejor mitad cuando las use en el entrenamiento.

Información nutricional:
  • Calorías: 134,3 calorias/barrita.
  • Carbohidratos: 26,8 gr., de los cuales: azúcares 12,6 gr., fibra 2,5 gr.
  • Proteína: 1,9 gr.
  • Grasas: 5 gr., de las cuales: 0,6 gr. saturadas, polinsaturadas 3,4 gr., monosaturadas 1 gr.

Dictadura, a secas

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¿Cuánta gente tiene que seguir muriendo, sufriendo para que la gente comprenda que una dictadura es una dictadura, que todas son iguales? No hay diferencia entre derechas e izquierdas. Se trata de reprimir a tus conciudadanos. Robarles lo más preciado, la libertad, la vida. Cuba es una gigantesca prisión. Nueve millones de habitantes están atrapados.

Es difícil de comprender para nosotros, que disfrutamos de todo. Si quereis tratar de entenderlo mejor, daros una vuelta por Voz tras las rejas.

Ayudemos a que su muerte no haya sido en vano.

Orlando Zapata Tamayo, descanse en paz.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Adicciones

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Me llamo Conguito... y soy adicta a los moldes de repostería (entre otros). Llevo diez días sin comprar nada. Ha sido duro.

Queridos todos, ya no me caben en ningún lugar. Están campando a sus anchas por la encimera de la cocina. Pero es que una tiene su corazoncito. Hay moldes para todas las ocasiones, de todas las formas, de todos los colores y multitud de materiales. No me puedo resitir. ¿Qué hay de vosotros? ¿A qué no os podéis resistir? ¿libros, ropa, zapatos, equipo de deporte, aparatos electrónicos, móviles, coches, chocolate, lana, material de oficina, tela...?

En otro orden de cosas. Hoy, subiendo al enano a fútbol me dije,

- sólo es miércoles

Claro, eso pasa después de una semana de tres días. Ahora se me hace todo cuesta arriba. No sé cómo ni por qué, pero llevo corriendo desenfrenadamente esdesde el lunes. ¡Aún me quedan dos días para llegar al intermedio!

Necesito unas vacaciones YA.

¿Qué me decís? ¿Estáis llenos de energía o necesitáis cargar la batería?

lunes, 22 de febrero de 2010

Sábado variadito

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Por fin el día llegó en que mi amiguísima, E. viniera de visita. De paso se trajo a su familia... y a mi madrina de adopción.

Comenzamos el día como todos los sábados, con el partido de fútbol. Nuestro equipo, alevín C del Centro Asturiano, sigue invicto. Líder indiscutible de la liga. Han ganado todos los partidos. El marcador esta vez quedó en 0-4.
Mientras unos se batían el cobre en el campo, otros se lo batían fuera, a modo de lucha libre:
El tiempo fue marivilloso. Se agradece el sol en la piel después de tanto frío y lluvia...gentileza del calentamiento gobal. En fin, corramos un (es)túpido velo.

El día prosiguió su cauce. Después de comer y de una larga sobremesa, nos fuimos a dar un paseo por la ciudad. Pasamos por la fuente romana de El Fontán:
De camino hacia la catedral, parada obligada en Diego Verdú.
En la plaza de la catedral estaban celebrando caranval (a destiempo, ¡qué extraña costumbre esta en plena cuaresma!)
Ahora ya tenemos una luz primaveral. La atmósfera está clara y el cielo, cuando se deja ver entre las nubes, es de un azul intenso.

Volvimos pasando por la plaza Trascorrales.
Resulta que E. mide 1,80 largos, así que me subí a la placa de la escultura para ganar dos centímetros... ¿Veis las greñas que traigo? La verdad es que estoy un poco frita, pero me he propuesto aguantar un año sin cortarme el pelo. A ver si por fin puedo sacudirme la melena hacia atrás! Bobadas, como veis. Todavía tengo que aguantar hasta junio. Esto de los rizos es lo que tiene, se acorta la melena un montón.

Y llegó la temida hora de las despedidas.
Comienza la cuenta atrás hasta el próximo encuentro.

domingo, 21 de febrero de 2010

Orquídea

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sábado, 20 de febrero de 2010

Bocados de fuet y aceitunas

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Situación: os apetece un bocadillo, pincho o sandwich. Tenéis tiempo y ganas de hacer algo diferente. ¿Cómo combinarlo? Haciendo estos bocados salados.

Bocados de fuet y aceitunas
Adaptado de Meine Familie & ich
18 bocaditos

Ingredientes:
  • 2 paquetitos aceitunas sin hueso (140 gr.)
  • 160 gr. fuet
  • 360 gr. harina
  • 1 sobre levadura química
  • 8 cucharadas aceite de oliva
  • 100 gr. queso rallado
  • 2 cucharaditas orégano
  • 200 gr. yogur
  • 2 huevos
Método:
  1. Trocea las aceitunas y el fuet.
  2. Mezcla harina, orégano, levadura química y queso rallado.
  3. Añade el fuet y las aceitunas.
  4. Mezcla huevos, aceite y yogur. Incorpora la mezcla de harina-queso.
  5. Enciende el horno a 175ºC.
  6. Reparte la masa en moldes de madalena.
  1. Hornéalos durante unos 20 min. hasta que estén doraditos.
Aunque están ricos de todas maneras, templados están mejor.

Postre de frutas

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Cuando estaba estudiando en Madrid, hace mil años aproximadamente, mis padres vinieron a visitarme y me llevaron a cenar. No me acuerdo ni del nombre del restaurante, ni de la zona donde estaba, ni siquiera de lo que comí. Me acuerdo del postre: frambuesas con zumo de naranja, el mejor postre que me he comido nunca. De regalo, saludable.

Quería hacerles a los enanos algo especial por la merienda. No me apetece ir en busca de la frambuesa perdida... pero es tiempo de fresas.

Este postre o tentempié es sencillo, sano y sabroso: triple s.

Simplemente hay que poner unos 150gr. de fresas troceadas con más o menos 125 ml. de zumo de naranja recién exprimido. Ya sólo hacen falta tres enanos hambrientos y unas cucharillas (y alguna que otra galleta).

viernes, 19 de febrero de 2010

Estamos al completo

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La enana volvió de su periplo internacional. Sana y salva. De una pieza. Como era de esperar se lo pasó en grande. Vieron Picadilly Circus, el National Museum, Big Ben, London Eye, London Tower, Chinatown, Billy Elliot... Además en la vuelta sufrieron un retraso de 7 horas, aparte de pasarse 36 horas sin dormir. Menos mal que es joven y fuerte.

No me lo dice, porque le pongo ojitos, pero creo que no nos echó de menos...

En otro orden de cosas y pasando directamente a las bobadas. En la piscina ya aguanto como una campeona. El pasado miércoles nadé 2.800 metros en una hora. Lo que es más, luego pude subirlas 132 escaleras hasta el coche. Más aún, no me metí en la cama al llegar a casa! Completo mi tabla de ejercicios una vez a la semana en el gimnasio: media hora de bici, media de cinta corriendo.

J, nuestro torturador, perdón, entrenador, dice que me va a fichar para el acuatlón (Pulguilla me confundí, se llamá así: 2,5 km corriendo, 1000 mtrs nadando, 2,5 km carrera). Debo admitir que me siento halagada. Me sorprendo a mí misma dándole vueltas, imaginándome en la meta.

Incovenientes:
  • Soy una mala corredora
  • las competiciones me sacan de quicio, me dejan los nervios destrozados
  • entrar en último lugar me dolería en el orgullo, ¿para qué negarlo?
  • ¿si llueve? ¿si hace frío? ¿me tengo que meter en el mar de todas formas?
Por otro lado, el enano nº 3 me ha dado una gran alegría esta semana: ha descubierto (por fin!) la lectura. De la mano de su hermano mayor, el enano nº2 que le recomendo un libro: Oliver Twist (versión adaptada). Se lo está zampando. Acto seguido me pidió un título: el diario de Greg. Hace poco se sacaron el carnet de la biblioteca pública. ¡Qué fantástica es la biblioteca! Además de libros, cds y pelis, ofrecen teatro, cunetacuentos y cine. ¿Qué más se puede pedir?

Más preocupaciones que me tienen ocupado el seso en los últimos tiempos, las vacaciones de verano. Estoy hecha una madeja de dudas. Estos enanos comienzan a pedir ir a campamentos diversos. Pero, claro, luego no queda dinero para irse juntos. ¿Qué hacer? Diréis que aún hay tiempo. Bueno, bueno. Las fresas ya están ahí. En breve las cerezas no estarán a precios prohibitivos y cuando nos queramos dar cuenta, San Mateo.

¿Cómo os gusta pasar el verano? ¿montaña o playa? ¿nacional o extranjero? ¿julio-agosto o septiembre-octubre?

jueves, 18 de febrero de 2010

Galletas orientales

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Están riquísimas. Una masa con queso cremoso y un toque de anís que envuelve un puré de dátiles e higos secos. Tienen lo que me gusta en una galleta, contraste entre texturas y sabores, sin ser dulces en extremo. En mi opinión, muy exóticos, de ahí el nombre.

Mañana la receta.

Como os iba diciendo, esta es la versión galleta de los rugelach. La masa exterior lleva queso fresco y el relleno puede ser cualquier mezcla que nos apetezca: nueces, frutos secos, chocolate, mermelada...así que si podemos modificarlo en los rugelach, aquí también: ¡creatividad al poder!

Galletas orientales
32 galletas

Ingredientes:
  • 140 gr. higos secos
  • 90 gr. dátiles, deshuesados
  • 40 ml. agua
  • 55 gr. azúcar + 1 cucharada sopera
  • 150 gr. harina (tal vez un poco más...o menos)
  • 1 cucharada sopera anís
  • 1 pizca (generosa) levadura química
  • 1 pizca (generosa) bicarbonato sódico
  • 1 pizca sal
  • 58 gr. mantequilla, blandita
  • 75 gr. queso tipo philadelphia, a temperatura ambiente
  • 1/2 yema de huevo, tamaño L (pesas la yema, añades la mitad)
  • azúcar moreno para rebozar
Método:
  1. Remoja higos y dátiles en el agua un ratín.
  2. Mezclamos harina, sal, levadura y bicarbonato. Reservamos.
  3. Batimos mantequilla, queso y el resto del azúcar hasta que esté esponjoso. Añadimos anís y yemas.
  4. Paramos de batir e incorporamos la mezcla de harina, sin batir mucho. No queremos que la harina desarrolle el gluten que lleva dentro. La consistencia de la masa debe ser blanda, pero sin pegarse a las paredes del bol. Por eso a lo mejor es un poco más o menos de 150 gr. Formamos una bola, la envolvemos en papel transparente y a la nevera por lo menos una hora para poder trabajar con ella.
  5. Mientras esperamos, volvemos con los higos y dátiles. Tritúralos en la batidora con una cucharada de azúcar (y el agua, se entiende). Ya tenemos el relleno. Resérvalo.
  6. Nos hemos dedicamos a hacer tareas diversas como colgar la ropa o limarnos las uñas para matar el tiempo de espera.
  7. Enharinamos bien la superficie de trabajo y el rollo. Extendemos la masa. Tratamos de hacer un rectángulo de 30 x 15 cm, más o menos y 0,5 cm de grosor (esto es indicativo). Extendemos el relleno sobre la masa. Enrollamos por la parte más larga, formando un cilindro.
  8. Rodamos el cilindro en azúcar moreno. Este paso, con las prisas, se me olvidó. Envolvemos el canuto en papel transparente y lo dejamos en la nevera varias horas (yo lo dejé toda la noche).
  9. Cuando queramos hornearlas, cortamos rodajitas, las colocamos en bandejas de horno engrasadas, forradas con papel de hornear o con láminas de silicona y las cocemos en horno precalentado a 180ºC unos 13 min. Han de tomar algo de color.
  10. Ya está. Podemos leer Las mil y una noches mientras nos las comemos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Paseando la maleta por Barcelona

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Último día de estancia en la ciudad. El vuelo salía tarde. Nuestro plan: dejar la maleta en una cosigna de la estación de trenes para dar una última vuelta por Barcelona.

Cogimos el metro rumbo a la estación central. Ni una consigna. Cortesía de los terroristas. Muchas gracias. Plan B: enseñarle la ciudad a nuestra maleta.

Dimos un paseo de nuevo por el barrio gótico. Las zonas que vimos de noche, ahora a la luz del día.
La plaza de San Felipe Neri, que de noche es un borrón oscuro es pequeñita, encantadora, un oasis de tranquilidad.
Desembocamos en la Rambla,
para culminar en la plaza de Cataluña.Aprovechamos para rendir tributo a la primera casa que Gaudí construyó, la casa Calvet. Por ello ganó un premio. El único.Visita a la manzana de la discordia, con la casa Batlló
y la casa Amatllé al lado.
Muy cerca se coge el tren al aeropuerto. Decir que va al aeropuerto es eso, un decir. Luego te meten en un autobús que tarda más o menos lo mismo que desde la ciudad hasta tu destino. Francamente mejorable.

Barcelona es una ciudad encantadora. Merece la pena. Me quedaron tantas cosas por conocer: la fortaleza del Montjüic, Pedralbes, innumerables museos, la rambla, una opera en el Liceo...

Tengo que volver. ¿Os animáis?

martes, 16 de febrero de 2010

El guardián entre el centeno, J. D. Salinger

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Hace poco murió J. D. Salinger (Jerome David). Cuando me enteré de la noticia, tengo que reconocer que me dejó fría. No sabía quién era este señor, no me importa reconocerlo. Resulta que tenemos no uno, sino dos libros de este autor en nuestra biblioteca. Yo, como siempre, sin enterarme. Que ¿por qué tengo este libro en mi casa? Pues fue una lectura de Bachillerato de mi mejor mitad. Quiero contaros las diferencias entre Alemania y España en la lectura de los libros en el cole. En Alemania el profe sugiere unos cuantos libros, se vota, se compra el libro y se lee como lo hacemos en ratoncill@s de biblioteca: reflexionando sobre lo que nos evoca el texto, el estilo del autor, la época en que fue escrito, la personalidad de los personajes... Resumiendo: dándole al magín. Eso sí, en un curso escolar tal vez se lean dos obras. ¿Cómo leemos en el cole en este país? Tuve que hacer un esfuerzo. No me acordaba. No me dejó huella. Mala señal. Supongo que nos leíamos el libro y el profe nos soltaba una conferencia sobre su opinión de la obra en cuestión. Tal vez tuviéramos que hacer un resumen. A los enanos hoy en día, en su cole, les hacen un examen después de la lectura. Preguntas del tipo: ¿cómo se llama la hermana del protagonista? y demás detalles irrelevantes. Todo con el propósito de controlar que se lo han leído. Vale, aquí leen más libros, pero ¿les ha servido para apreciar la literatura, para desarrollar una mirada crítica, para aprender a reflexionar, a expresar sus ideas, a plasmar sus sentimientos por escrito u oralmente, finalmente a usar su materia gris? Tristemente, no. Una razón más por la que Alemania es un motor de Europa y nosotros no.

Cuando un libro me gusta, me obsesiono. Quiero saberlo todo del autor, quisiera hablar con él, conocerlo, tocarlo. Me pone triste acabar el libro. Es como una dolorosa separación de los protagonistas, con los que he convivido durante la lectura. Esto es lo que me ha pasado con esta novela. La última vez que me dio tan fuerte fue con Peter Pan, de J. M. Barrie. Aquí, entre nosotros, dejé de leérmelo un par de semanas, para que me durara más.

Vamos con el libro. El título no nos dice nada, porque hace referencia a una canción, cuyo texto el protagonista retoca. ¿De qué va? El protagonista es un chico de 16 años, en plena crisis de adolescencia. Atrapado en la tierra de nadie. Entre una infancia que no quiere abandonar y el mundo de los adultos que no entiende. No queriendo crecer pero comportándose como lo que el cree que un adulto hace. Protegiéndose detrás de un muro de indiferencia. Todo el mundo debería leerse este libro. Los que tenemos un adolescente en casa, para aprender a comprenderlo. Los que no lo tienen, para rememorar esta época.

Cuando Salinger escribió El guardián entre el centeno, tenía 32 años. Increíble. ¿Por qué? Porque capta a la perfección el conflicto de esta edad. Esa época por la que todos tenemos que pasar, independientemente de nuestra condición. Al protagonista todo le enerva, nada le importa verdaderamente, todo lo exagera. Adolescencia en estado puro. Además está escrito con el lenguaje irreverente de la etapa vital y lleno de tacos. En la época (1951) un escándalo, hoy en día casi un chiste. La obra, aunque muy dramática, está escrita con humor. La tensión va creciendo, de manera que durante el último tercio temes por Holden, el protagonista. Es una obra redonda, pero para apreciarlo hay que leerse de nuevo la primera página, después de acabar de leer el libro, se entiende.

Por último, un poco sobre la vida del autor. J. D. Salinger sirvio en la 2ª Guerra Mundial, tomó parte en el desembarco de Normadía, con la infantería. Esta vivencia lo dejó marcado para siempre. No me extraña. No debió ser bonito. Total, que a lo largo de su vida se volvió cada vez más huraño y alejado de la sociedad. Si durante la lectura del libro lo admiré, al saber esto mi admiración se ha vuelto infinita.

Si habéis llegado al final del rollo: ¿qué me decís? ¿Conocéis el libro? ¿Cómo leíais en el cole? ¿Cómo leen ahora? ¿Cómo fue vuestra adolescencia (o está siendo)?

domingo, 14 de febrero de 2010

Blanco y Negro

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Trufas de San Valentín

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Para todas las personas ahí fuera que me leen, me comentan y me apoyan. Gracias.

P.D.: puedo explicar la receta de las trufas si alguien me manda un comentario pidiéndola.

Antes de hacer unas trufas, nos debemos preguntar. ¿Qué chocolate me gusta más? En mi caso, es el negro. Pero negro, negro. Pero puedes mezclar chocolate negro de 52% de cacao y chocolate con leche, por ejemplo. O sólo de 52%... Además, esta receta es la básica. A partir de aquí, se las puede aromatizar con el licor que más nos guste: whisky, brandy, ron, cointreau..., escoger el rebozado que más nos apetezca: cacao puro, virutas de chocolate, nueces o almendras trituradas... Incluso rellenarlas con algún fruto seco, un trocito de algún cítrico confitado, una guinda...Vamos allá. Por último, a mí me gusta envolver cada trufa con una capa de chocolate puro. Así tenemos el ganache, cremoso, y la capa exterior crujiente.

Trufas (receta básica)

Ingredientes:
  • 125 ml. nata para montar
  • 250 gr. chocolate (yo puse mitad de 52% cacao y mitad 72%, para un sabor más intenso)
  • 150 gr. chocolate para la capa exterior(52% de cacao)
  • cacao en polvo y fideos de chocolate para decorar

Método:
  1. Trocea 250 gr. de chocolate, para el ganache.
  2. Pon la nata en un cacito y caliéntala a fuego medio hasta que hierva. Cuando comience a hervir, retíralo del fuego y añade el chocolate. Revuelve hasta que esté totalmente derretido. Si vas a aromatizar las trufas, hay que añadir ahora el licor (2 cucharadas soperas). Ya tenemos nuestro ganache.
  3. Deja que el ganache se enfríe. Tiene que estar muy firme, así que es mejor dejarlo en la nevera.
  4. Una vez muy frío, damos forma a las trufas. Con ayuda de una cucharita, formamos pequeñas bolas. Para esto, también podemos usar una de esas cucharas especiales para hacer bolitas de melón... pero yo no tengo.
  5. Colocamos nuestras trufitas en el congelador. Ahora derretimos el chocolate para la capa exterior. Yo lo hago en el microondas, pero se puede hacer al baño maría.
  6. Mientras el chocolate se derrite, preparamos un cuenquito con cacao puro y otro con fideos de chocolate.
  7. Ahora toca la operación final: rebozamos cada una de las trufas en el chocolate derretido (Lo mejor es conservar el chocolate derretido a la misma temperatura, para que no se solidifique según se va enfriando. Así no habría que recalentarlo), luego en el cacao o en los fideos. Dejamos que endurezca sobre papel de hornear o una lámina de silicona. La pregunta final ¿qué hacer con ellas? ¿Las regalamos?o ¿nos las comemos?

sábado, 13 de febrero de 2010

Tartaleta de Moka

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A veces pienso que celebramos estas cenas familiares para poder hacer el postre. Evidentemente, no es verdad. Además de poder jugar a las cocinitas, nos lo pasamos muy bien. Es una escusa para saltarse la rutina. Nos ponemos al día. Intercambio de información.

Los que hayan leído sobre el paté de zanahoria y queso, ya sabrán que este jueves estaba un poco liadilla (sï, esto fue el jueves). De mi larga lista de recetas por probar, me decidí por esta porque se podía preparar en varios pasos y por antelación. La encontré en My recipes. Gran sitio este. Es una tarta sabrosa y no muy pesada. Tienes la masa crujiente (qué ricas son las galletas oreo!), el frescor de la crema de café y la cremosidad de la nata montada. El enano nº 3 ya ha dicho que la quiere para su cumple. Ahí va.

Tartaleta de Moka
10 raciones

Ingredientes:

Masa:

  • 300 gr. galletas oreo
  • 90 gr. mantequilla, derretida
Relleno:
  • 120 ml. café negro bien cargado (uso descafeinado de máquina)
  • 120 ml. agua, hirviendo
  • 185 gr. azúcar
  • 1 cucharada sopera gelatina en polvo
  • 440 ml. nata para montar
  • 30 gr. cacao en polvo
Decoración:
  • 2 onzas chocolate negro, en virutas o rizos (utilicé chocolate con 72% de cacao)
Método:
  1. Comenzamos con la masa. Trituramos las galletas. Las mezclamos con la mantequilla derretida. Cubrimos la base de una forma de tartaleta. La cocemos en horno precalentado 180º durante 10 min. Reservamos y dejamos que se enfríe.
  2. Vamos con el relleno. Mezclamos en un bol el café con el agua y 85 gr. de azúcar, hasta que el azúcar se disuelva.
  3. Espolvorea la gelatina sobre esta mezcla, hasta que esté bien incorporada. Este paso tiene su aquel. Como yo soy un poco burrina, con las prisas se me hicieron unos grumos. Lo tuve que volver a calentar... Deja que se enfríe. Sino al juntarlo con la nata montada, ésta hará ¡plof! y se derretirá. Tiene que engordar un poco pero no solidificarse del todo.
  4. Montamos la mitad de la nata. Cuando comienza a tomar cuerpo, le añadimos 85 gr. de azúcar. Luego el cacao tamizado. Seguimos batiendo un momentín hasta que esté firme.
  5. Cuando la mezcla café-gelatina ya esté fría, la añadimos a la nata-cacao con cuidado para que la nata no baje.
  6. Vierte esta mezcla en la masa-oreo de la tartaleta. Alisa y deja que cuaje en la nevera.
  7. Para matar la espera, hacemos los rizos de chocolate: con un pelador de patatas, sacamos rizos de chocolate de las onzas. También se puede derretir el chocolate, extenderlo sobre el mármol y cuando esté frío pero no del todo, con un cuchillo vamos haciendo los rizos. Yo no tengo la paciencia... así que no quedó tan bonita...
  8. Antes de servirla, montamos el resto de la nata con el resto del azúcar (15 gr. o una cucharada sopera) y lo ponemos artísticamente (si sabemos, que no es mi caso) sobre el relleno. Espolvoreamos sobre la nata montada. Cortamos. Comemos.

Paté de queso y zanahorias

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Una vez dejado de lado locuras (oposiciones), visitas, celebraciones navideñas requete repetidas, viajes, resumiendo, todo tipo de interrupciones, volvemos a las cenas familiares normales. O sea, con cocina casera.

El pasado jueves estaba un pelín líada. Nada que no se pueda arreglar con un poquitín de organización. De primero puse este paté. Como es frío se puede preparar con antelación. Perfecto para la ocasión.

Ahí va la receta, por si alguien quiere mejorarlo (que no se olviden de contarme las mejoras, porfi).

Paté de queso y zanahorias
10 raciones. Adaptado de ¡Dame la receta!

Ingredientes:
  • 900 gr. zanahorias
  • 250 gr. queso cremoso de untar
  • 2 y 1/2 hojas pequeñas de gelatina
  • 1/2 cebolla, picadita
  • 1 cucharadita sal
  • pimienta blanca y nuez moscada al gusto
  • un poco de aceite
  • mayonesa y aceitunas para decorar
Método:
  1. Pica la cebolla. Rehógala en una sartén con un poco de aceite. Reserva.
  2. Pela las zanahorias, córtalas en trocitos y cuécelas con poca agua. Yo lo hago en la olla exprés. Cuando sube en pitorro, apago. Dejo que baje y listo. Escurre bien las zanahorias.
  3. Pon la gelatina a remojar en agua fría.
  4. Junta queso, cebolla, sal y especias, zanahorias y pásalas por el minipimer. No hay que pasarse. No estamos haciendo una crema. Si queda algún trocito de zanahoria, mejor.
  5. Añade la gelatina escurrida y revuelve hasta que se haya disuelto.
  6. Engrasa un molde rectangular. Fórralo con papel de aluminio. El otro día vi en uno de mis libros la manera de darle forma al papel de aluminio para que se adapte al molde. Os pongo la foto.
  7. Engrasa también por dentro. Vierte la mezcla en el molde y deja que se enfríe unos horas en la nevera.
  8. Sírvelo con mayonesa, aceitunas y tostaditas.

viernes, 12 de febrero de 2010

La enana se va

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Mañana la enana se va. No para siempre, que no cunda el pánico. "Sólo" por el fin de semana (largo de carnaval). Pero no se va al pueblo de al lado. No. Se va a Londres. Unos nacieron con estrella y otros estrellados (esta última sería yo).
En fins, que aquí la tenemos, en su cuarto a medias entre infantil y adulto, haciendo su maletita. Con sus conjuntitos.

Esto me ha dado una noche intranquila. El despegue ya había comenzado. Primero saliendo algunos sábados con amigas. Luego despidiéndose de sus juguetes. Su vida independiente ha comenzado. Sí, ya sé, para eso se tienen hijos. Hay que criarlos libres. Seres independientes (y esperemos que de bien). Pero que duele. Duele.

jueves, 11 de febrero de 2010

Galletas de Queso y naranja

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No tengo yo la facilidad y el arte para encontrar nombres geniales a las galletas, como la Pulguilla.

Pero vamos, que lo importante es que las galletas están ricas, que al fin y al cabo es lo que importa (el que no se consuela es porque no quiere). Hasta ahora, he de reconocer, no había hecho galletas con sabor a naranja. Estas en concreto están muy buenas, cremosas y crujientes a la par, dulces pero no empalagosas. Diferentes.

Esta receta la encontré en un blog que se tiene el extraño título de Chickens in the road. Hoy va de nombres. Supongo que su historia tendrá, pero yo no la sé.

Estoy yéndome por las ramas que da gusto. No tengo remedio hoy. He hecho algunas modificaciones, como siempre. Esto es lo divertido de las cocinitas. Sin más historias, la receta.

Galletas de Queso y naraja
Unas 65

Ingredientes:
  • 150 gr. mantequilla, blandita
  • 85 gr. queso cremoso para untar
  • 150 gr. azúcar
  • ralladura de una naranja (la receta original, con limón)
  • zumo de una naranja (limón en el original)
  • 270 gr. harina
  • 45 gr. nueces picadas
  • 35 gr. galletas picadas (usé maría integral, que las tenía a mano)
Método:
  1. Bate queso y mantequilla con el azúcar. Añade ralladura y zumo de naranja y mézclalo bien.
  2. Incorpora la harina con una cuchara. Ahora ya no hay que batir tanto la masa. En este momento, la masa es informe y blandengue. La dejamos en la nevera un rato largo para que sea más fácil trabajar con ella.
  3. Mientras tanto, trituramos las nueces y las galletas. Yo lo hago con el mortero. Así saco los malos espíritus del cuerpo. Otro sistema es meterlo en una bolsa de esas para congelar y darles con el rodillo. Ya lo probé, pero la bolsa se rompió. Debo tener demasiados malos espíritus dentro.
  4. Cortamos un pedazo grande de papel transparente de cocina (yo usé dos y medio, depende del diámetro de las galletas). Espolvoreamos más o menos la mitad de las nueces-galletas.
  5. Colocamos la mitad (más o menos) de la masa en forma de tubo sobre las miguitas, rodamos en tubo hasta que esté recubierto por todos lados. Cerramos y ¡a la nevera! ( o congelador, depende de la prisa). Repetimos la operación hasta acabar con la masa.
  6. Cuando ya estén bien duras, los tubos de galletas, encendemos el horno a 190º.
  7. Cortamos los tubos en lonchas. Los repartimos sobre bandejas de horno. Según la receta, hay que hornearlas unos 10 min. A mí, así, me salieron un poco blandas. Me gustan las galletas blandas, pero en este caso, las prefiero crujientes. Las mías volvieron al horno 5 min. más al día siguiente.
¿Cómo os gustan más las galletas, blandas o crujientes?

miércoles, 10 de febrero de 2010

Entrenando

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Esta mañana salí de casa para ir al trabajo. Era de día.

Por la tarde subí a los enanos al entrenamiento. Era de día.

Observé un tercio del entrenamiento. Bajé a hacer la cena. Era de día.

Las fresas adornan los escaparates de frutería, las farolas no están alumbradas por la mañana, las horas de luz se extienden. Síntomas inequívocos de que la primavera se acerca. ¡Yupi!

El enanín me tiene preocupada. El otro día estuvo llorándoles a mi mejor mitad. Ya no quiere ir a fútbol. Dice que sólo corre, no toca pelota, que chupa banquillo. Una pena, con lo entusiasmado que estaba. Como dice su padre, que es muy sabio, no cuentan las veces que nos caemos, sino las que nos levantamos, o algo así que sonaba muy bien (tengo que preguntarle cómo era el dicho).
Este año desde luego lo completa. Aquí es donde está la dificultad de ser padres. Si le obligamos a seguir ¿hacemos lo correcto... o vamos a crearle un trauma de por vida que lo atará al sillón de la consulta para siempre? ¿es un capricho pasajero o tiene fundamento la queja? ¿hay algún problema en el equipo o es él quien ha cambiado? Resumiendo, estoy hecha un lío.

Seguiremos observando de cerca y dando nuestro apoyo, sin ceder al abandono. Después del verano ya veremos.

De todas maneras, hoy volvió del entrenamiento de muy buen humor. Buena señal.

martes, 9 de febrero de 2010

Montjuïc, la Barceloneta y la Ciudadela

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Ya era nuestro cuarto y último día completo en la ciudad.

Hoy nos decidimos a comenzar por la zona olímpica: el Montjuïc.

Para llegar primero se pasa por la plaza de España. Nada que ver con el barrio gótico. Aquí todo es grande, espacioso. Una zona nueva.
Seguimos subiendo. Para llegar a la zona olímpica, que era nuestro objetivo, se pasa por el Pueblo español. Pensando que era otra cosa, nos metimos. Craso error. Es un gran museo - centro comercial (en el que encima has pagado para entrar) al aire libre de reproducciones de diferentes estilos arquitectónicos que se pueden encontrar a lo largo y ancho de nuestra geografía. Si eres un extranjero que vas a pasar cuatro días en España, pues vale, te la has recorrido en tres horas. Pero nosotros tenemos la oportunidad de verlo en vivo y en directo que es mucho mejor. Por la descripción, pensamos que se podía ver cómo los artesanos trabajan. La mayoría de los establecimientos estaban cerrados. Lo único que se podía visitar era la fábrica de vidrio.
Este pueblo español fue construido con motivo de la exposición universal de 1929, teniendo tal éxito que ahí sigue. dos Expos, una olimpiada... ahora es cuando te das cuenta de las carretadas de dinero que se han inyectado a la zona.

Por fin culminamos la montaña, llegamos al complejo olímpico. Es espectacular, grandioso. Da un poco de pena verlo tan vacío y dolor ver que a algo pagado con el dinero de todos los españoles le hayan puesto el nombre de un traidor: Companys. En fins.
Toda ciudad moderna que se precie debe tener, al menos, un edificio o construcción de Santiago Calatrava... Barcelona no iba a ser menos. A mí me encantan. Esta en concreto se apoyaba aparentemente en un vértice de la base por un lado, preparada para despegar en cualquier momento...

Según nuestra guía, se podía entrar por la puerta del maratón al estadio olímpico. Si esto alguna vez fue así, ya no lo es. No pude hacer una foto de mi mejor mitad entrando triunfal.
Espero que estuvieran arreglando el cesped, porque tenía un aspecto lamentable.

Comenzamos la bajada, en dirección a la Barceloneta. Leemos en nuestra guía que en 1992 se demolieron todos los chiringuitos de la playa. Claro, para las olimpiadas. De aquí debe haber salido la idea de quitarlos de toda España. ¡Qué pena! A mí me gustan mucho.
Al acercarnos, nos topamos con este cuarteto. Se lo estaban pasando divinamente actuando. Eran de lo más simpáticos. No sólo tocaban. Cantaban y bailaban a la vez también.
En la Barceloneta te sientes como si estuvieras de vacaciones. Tal vez suceda con todas las ciudades con playa. Dejas el trabajo, te pones cómodo y te vas a dar un paseo por la playa. Relajo total. Olvido automático de las preocupaciones. Maravilloso. Eso sí que es calidad de vida.
Al final del paseo, antes del puerto olímpico, está esta escultura: la ballena de Frank Gehry. Es de bronce y recuerda una ballena que baró en la playa. De lejos parece sólida, pero de cerca ves que es una estructura.

También al final hay este edificio, que me gustó mucho. Es muy original. Creo que es un hospital o una residencia.
Nos dirigimos por último a la Ciudadela. De camino vimos esculturas, entre ellas la pareja de nuestro super culo de Úrculo, versión femenina. En realidad es lógico que exista. Este está menos pulido, no tienen un alcalde como el nuestro.
Barcelona, como todas las ciudades grandes, está llena de contrastes. Pegadito a un edificio a punto de derrumbarse (o eso nos parecía) estaba otro ultra moderno. Muy peculiar.
La Ciudadela es un parque de lo más encantador. Es ideal para pasar el día y hacer un pic-nic.
Ya de camino a casa (hotel) pasamos por el arco de triunfo. Es completamente diferente a los otros que había visto hasta ahora.
Este arco se hizo con motivo de la Expo de 1888. Lo diseñó José Villaseca y Casanovas, en estilo mudéjar y ladrillo rojo. Tiene detalles originales, como unos pequeños murciélagos que cuelgan de final del arco de medio punto.

Esto fue todo por hoy. Ya sólo nos quedan unas horas, pero os las contaré en el próximo capítulo.